DOS GARDENIAS
Una pareja de abuelos bailan sincronizados con la vida entre hojas secas, ajenos al tiempo, mientras el invierno cede paso a la primavera. Sus cuerpos, marcados por los años, se mueven con la ligereza de quien ha aprendido que la vida es un baile que nunca termina. Cada estación tiene su propia belleza y las hojas caídas susurran momentos pasados que ya nunca volverán.
Es una invitación a quienes lo ven a celebrar el presente sin importar la edad.
Ubicación: Carrer de l’Allada-Vermell.
📷 @cristina.modi