DELINCUENTE
Contraste entre la belleza de Barcelona y la amenaza persistente, marcada por la delincuencia y la inseguridad. La postura relajada del delincuente, casi despreocupada, simboliza la normalización de estas situaciones en la vida diaria de la ciudad. Dos cuervos negros sobrevuelan la escena, símbolos tradicionales de mal augurio y peligro.
Una problemática que parece haberse vuelto parte del paisaje cotidiano de Barcelona.
Ubicación : Carrer de la Princessa, 44. Barcelona.
📷 @cristina.modi